Hace unos años viajé junto a algunas amistades al Urabá antioqueño. Aunque yo llegué de colado, terminamos en Necoclí con el plan de grabar este maravilloso videoclip. Terminé de asistente y que tales. Estos poemas (y fotos) que vienen a continuación son, pues, el resultado de ese viajeciño y del contacto con los muuuuchos perritos de playa de Necoclí, entre ellxs: mariana, mauro, mariaclara, animaleja y el juan, con quienes compartí esos hermosos días.

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olas trenzando
paticas, luz y arena
*
los perritos de playa tienen un aire sabio
como de pensar poco, pero pesado
ese tipo de pensamientos que
suenan duro contra las olas
luego los perritos, alegres, juegan con el agua
*

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a un perrito de playa negro y grande
le gustaba tomar agua del mar
era negro y pesado
y lo conocí a las 11 de la noche
creo que era adicto a la sal
a cierta deshidratación
y a morder y arrastrar
—pequeñito mar—
troncos en la playa
*
algunos perritos de playa ladran
al atardecer
hora en que cierta especie de aves
se levantan dentre no se sabe dónde
hacia las nubes rosadas y rojas y naranjas
ladran buscando el mordisco sin gravedad
la caza en el aire
*
conocí a un perrito llamado luki andrés
un perrito de playa raro
al que le gusta que lo entierren en la arena
y dejar apenas su cabecita negrecida
entre la arena y sus ojotes achinados
mientras su cuerpecito tiembla
y el agua y dos niñas y yo nos reímos
de tal grado de calma
*

*
de noche un perro
negro despuma tibia
jala un gran tronco
tomagua de mar
mientras se deja sobar
*
en un momento
luego de una pequeñita fogata y talismán
rito y talismán
mariana y yo
somos dos perritos negros
que miran el negro horizonte:
un perro de playa infinito
*
creo que soy tan montañero
que me consuela imaginar
quel espacio oscuro entre las nubes grises
y el mar que vibra
es un perro sin forma
*
conocí también a uno delgado y viejo
como un galgo petizo de ojos filudos
corría entre el suelo-arena-y-viento
como una olita dislocada
como un proyectil cuyo centro siempre estaba delante
persiguiéndose como quien sigue un fantasma
una carrera imaginaria
dos olas del mismo mar
*
otro fue llamado por mariaclara
«zanahoria»
y tenía unos de los ojos más bellos
que he visto en animal alguno
dos zanahorias humedecidas
virando sol virando naranja virando lengua
*

*
parcera, una perrita de playa, comía choclitos con arena
*
los perros de playa pueden dormir arenados
sin ningún problema
sin rascarse o fastidiarse
a cambio de semejante poder
adquieren un hábito de la arena
se vuelven intensos
disuasivos
tratan de copiar la ubicuidad de la arena
pero como no pueden
por cuestión de molecularidad
te siguen
buscando alimentarse de tu cariño
y duele
y deja la sensación de que la arena
también busca algo
y por eso se pega a ti
y aparece siempre en las sábanas
en los bodsos
en los zapatos
entre los vellos
*

*
no he encontrado el primer perrito de playa que me tire a morder
más bien al contrario:
buscan caricias y cariños
casi que las exigen:
ponen su hocico entre mis patas
ponen sus patas sobre mis patas
llamándome la atención
chillan consentidos bajo el sol
miran como si el fin del mundo cupiera en mi hocico
*
en el hostal donde me quedé habían 5 perris:
foxy
perris
paprika
kiamba
tony